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La nueva esclavitud.

La nueva esclavitud. A pesar de lo que se pueda pensar, la esclavitud en el antiguo Egipto no era un fenómeno generalizado y por supuesto nada tenía que ver con otras civilizaciones como la romana cuya economía se basaba en gran parte en una fuerza laboral formada por esclavos. Los esclavos egipcios tenían ciertos derechos civiles y podían tener propiedades e incluso casarse con ciudadanos libres. Sin embargo no es la esclavitud en Egipto lo que me interesa hoy, sino otra figura mucho más actual: la servidumbre por deudas. En el antiguo Egipto, una persona podía saldar el pago de una deuda vendiéndose a sí mismo e incluso a sus hijos. El entrecomillado es parte de la traducción de un contrato en el que se formaliza dicha transacción:

«Sempeket, hijo de Thotmas, está presente cuando dice: "Escribe y sigue cada palabra dicha. Mi corazón está satisfecho. Yo soy tu siervo junto con mis hijos, con todo cuanto podamos producir. Ellos no podrán ya considerarse libres de ti»

Si le quitamos el arcaísmo, comprensible pues el escrito tiene varios miles de años, parece el contrato de una hipoteca. Y es que la historia siempre termina por repetirse.

Fuente de la cita: Vida cotidiana de los egipcios, Franco Cimmino.
La ilustración es de Ägypten: Götter. Temple. Pyramiden, Alberto Siliotti, p. 70

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