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poquetacosa

Confesión de un presunto pirata.

Confesión de un presunto pirata.

Yo no me bajo cine de internet. Ya puestos no me bajo de internet casi nada porque mi conexión rural, por módem y a 14.400 bps, y eso cuando tengo suerte, no da para más. Sin embargo me encanta ver una peli de vez en cuando y viviendo donde vivo tampoco tengo demasiadas oportunidades de ir al cine. Aunque, todo hay que decirlo, no sé si iría más si tuviera un cine cerca. Así que la opción que me queda es el videoclub y es una opción que utilizo al menos un par de veces por semana.

Y estoy hasta los mismos huevos.

Hasta los mismos huevos de tenerme que chupar, antes de poder ver la película, el puto anuncio del top manta o el del capullo hablando por teléfono y quejándose de lo poco que se cotizan sus cojonudas ideas. Encima, en muchos casos ni siquiera se puede saltar ni pasar a alta velocidad. Te lo tienes que chupar por cojones. Y claro, me sabe mal que me traten de presunto pirata despues de haber pasado religiosamente por caja. Y me encabrono.

Así que, gracias al puto anuncio, todas y cada una de las películas que alquilo las paso religiosamente por el HandBrake y, si bien la mula está por encima de mis posibilidades conectivas las comparto por otros medios todo lo que puedo.

Copia privada creo que se llama.

Con lo cual, en mi caso el anuncio de marras consigue justo el efecto contrario al deseado.

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