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poquetacosa

Nasías pa matá

    Hace unos días, podíamos ver en televisión un aununcio en el que un tierno infante dibujaba un soldado. Al soldado no le faltaba detalle... o sí, le faltaba uno. Podíamos distinguir el casco y el uniforme de combate con sus colores de camuflaje estándar de lo más conseguidos; sin embargo el soldado no tenía escopeta (fusil de asalto, subfusil ametrallador, o lo que sea) que es, como si dijéramos un rasgo distintivo de cualquier soldado del mundo mundial. Como colofón y al modo de los niños, vemos como el que dibuja un soldado, se dispone a identificar su retrato mediante la preceptiva flechita. Al final de la flechita pone «mamá». ¡Toma ya! Me dije yo. Luego la imagen cambia y vemos caminando hacia la cámara tres intrépidas guerreras, que vestidas con sus sonrisas profidén de modelos profesionales y uniformes de los tres ejércitos invitan a las mujeres a que se enrolen en la cosa militar. La voz en off decía algo así como que somos el ejercito con más porcentaje de mujeres (junto con el norteamericano), que si venga tías, que si podemos conseguirlo...

    No sé si habéis visto ese anuncio, pero cuando yo lo ví eché de menos a Miguel Gila. Que solos nos has dejao maestro, hay que ver como se echa de menos tu ironía y tu mala leche; y el partido que le habríais sacao tú y tu teléfono a este mundo desquiciado.

    Porque llamadme machista, pero soy de los que piensan que las mujeres en el ejército no pintan nada, al menos no pintan nada en las unidades de combate. Tal vez sea porque yo soy de los que hizo la mili antes de que nuestros queridos representantes electos, transformaran el ejército español en una ONG. O al menos no antes de que empezaran a pintárnoslo como tal. De mis tiempos de soldado saqué un par de cosas en limpio: una de ellas fue una buena forma física junto con impagables enseñanzas en el noble arte del escaqueo; la otra fue una idea bastante clara de qué es un ejército. Y un ejército es una herramienta del estado que sirve básicamente para dos cosas: en el caso de estados agresivos que es lo mismo que decir poderosos para arrebatar por la fuerza cosas (territorios, recursos, etc.) que otros estados no quieren ceder de grado; y si el estado es menos poderoso y por tanto menos agresivo, el ejército sirve para defender lo que tienes y otros te quieren arrebatar, ya sea mediante el ejercicio de la fuerza, o mediante la exibición de ésta. Bien es verdad, que los ejércitos también son una herramienta nada desdeñable en caso de catástrofes que por su magnitud superen la capacidad de los medios previstos para tal fín; al fin y al cabo constituyen una fuerza humana nada desdeñable, generalmente disciplinada, y dotada de medios. Sin embargo este último no es su cometido principal: una espada puede muy bien cortar el pan pero no fue diseñada para eso.  Quizás sea por eso que mi definición de soldado difiere un poco de lo que parece tener en la cabeza nuestro paritario gobierno. Para mí, un soldado es básicamente, un cabrón con mala leche y una escopeta, cuya profesión es la violencia y al que conviene tener de tu parte (esta definición no es mía sino de un tal Pérez-Reverte ). Lo demás son milongas y eufemismos.

    A un soldado se le suelen pedir o inculcar mediante el entrenamiento tres virtudes. A saber: disciplina, honor y una inclinación tanto física como mental para ejercer la violencia. Las dos primeras están supeditadas a la última. La disciplina sirve para canalizar la violencia hacia el fín perseguido por el Estado y el honor es la capacidad de, llegado el momento dejarte destrozar o destrozar a otros sin titubear, en aras de un «proyecto superior» que no tienes por qué entender demasiado bien. Resumiendo. Un soldado, si se le despoja de definiciones rimbombantes, uniformes, medallas y heroísmos, no es mas que un asesino legal. Un mal necesario en un mundo violento.

    Y claro, yo no entiendo qué necesidad hay de meter a las mujeres en estas mierdas. Porque por mucho que se empeñen esas feministas trasnochadas de tetas caídas y coños peludos cuya idea del feminismo no es mas que un machismo puesto del revés, hombres y mujeres no somos iguales. Ni mucho menos. A pesar de que existen territorios comunes, hombres y mujeres somos distintos y para llegar al mismo sitio solemos seguir sendas mentales completamente diferentes. Me gusta pensar que somos complementarios. Pero de iguales nada. De hecho, la persecución cerril de la igualdad a cualquier precio me parece una chorrada cuyas consecuencias son que muchas mujeres, en su afán por igualar a los hombres están copiando nuestros peores defectos dejando de lado virtudes de las que nosotros carecemos, y que ellas identifican erróneamente como taras o debilidades. Porque vamos a ver, la agresividad es un defecto masculino, no hay mas que echar un vistazo a nuestro alrededor para ver que la inmensa mayoría de los delitos violentos están cometidos por personas que tienen pilila.

    Para terminar con este tema y antes de que comience a lloverme mierda, me gustaría dejar claro que no abogo por un universo femenino de pata quebrada, misa de ocho, culebrón y apertura de patas los sábados por la noche. Hay territorios comunes en los que sí se puede hablar de igualdad, hay otros en los que se puede hablar de mayor idoneidad masculina, y otros en los que las mujeres nos dan a los tíos sopas con onda. Yo, sin ir más lejos, desarrollo mi actual trabajo junto con una compañera a  la que admiro profundamente, tanto por sus conocimientos como por sus métodos. Cuando hay que llevar a cabo cualquier acción comprometida nos consultamos y yo me aprovecho  tanto de su sutileza y sus estrategias envolventes, como ella de mi  actitud más directa y cierta capacidad para separar paja y grano. Trabajo en equipo, que se llama y que consiste ni más ni menos que en aprovechar las virtudes del otro y en parte utilizarlas para suplir las propias deficiencias.

    Sin embargo, perdonadme, pero yo eso de las agresivas caballeras legionarias lo considero una chorrada como un piano de cola.

6 comentarios

poquetacosa -

Estupenda:

Existe otro verbo cuyo infinitivo es opinar. Y como diría Terry Pratchett, las opiniones son como los culos: cada uno tiene el suyo.

Estupenda -

Hay un verbo cuyo infinitivo es "estudiar" y otro que se llama "leer" Creo que os hace falta, la ignorancia es muy atrevida.

Saludos y cuidaros la bilis.

Curiosa -

Me ha gustado tú comentario.Al menos es realista,y llama a las cosas por su nombre.Politicamente es de lo más incorrecto, por emplear una frase tan de moda.Pero mira,las caballeras legionarias lucen hermosas en los desfiles...¿no te parece?.Con esas caricas que ponen,me recuerdan a B.B.,en una peli de los años...de la catapún.Si las feministas esas de tetas caidas y coños peludos, vaya definición más grafica...por cierto como ¿sabes que los tienen peludos?,pues a lo que iba,esas feministas han hecho más daño que otra cosa al mundo femenino,lo peor fue la moda que impusieron de ir sin sujetador (simbolo masculino de opresión)...pero claro asi les va.

Pero lo mejor de todo está por venis...ya veras ya...con esa nueva ley de mitad-mitad.nos vamos a reir...pero para no llorar.

El comportamiento violento es la respuesta a una agresión,sea del tipo que sea,y esa respuesta será proporcional al grado del ataque.Y eso es supervivencia.

Muy divertidos y profundos tus pensamientos y comentarios.

ps -

Culturalmente la agresividad está mal vista en las mujeres. No puedes tener en cuenta solo los delitos violentos, porque si eres más débil físicamente ya te preocupas de cometer delitos utilizando otros medios, como por ejemplo veneno, que también es agresión aunque no implique violencia. O utilizando medios violentos con los que son más débiles que tú, como maltratos a ancianos o niños. O incluso con lenguaje agresivo, o calumnias e injurias, que son tan agresivas como los golpes y utilizadas por los que son más débiles físicamente.
No digo nada de hormonas porque desconozco el tema, pero no subestimaría la influencia de la educación o del entorno, en los comportamientos violentos.

poquetacosa -

Voy a ceñirme a lo que se pide a un soldado ¿Vale?

Estoy de acuerdo contigo, ps, en ese campo las mujeres pueden hacer EXCEPCIONALMENTE (o sea, como excepción) cualquier cosa que haga un hombre. Sin embargo no es la regla general.

En cuanto a la agresividad, también, por qué no, las mujeres pueden ser muy agresivas en circunstancias muy puntuales y casi siempre de modo defensivo, como último recurso. Sin embargo carecen del tipo de agresividad intrínseca que es un rasgo de los soldados. Afortunadamente diría yo, pues ese tipo de comportamiento no es nada de lo que los tíos debamos sentirnos orgullosos. Y si no mira las cárceles ¿Qué hay, más condenados o condenadas por delitos violentos?

Lo de la canalización cultural sí me parece una gilipollez que viene del feminismo de los años 60. La agresividad es, casi con toda seguridad, una cuestión de hormonas por mucho que los estímulos sociales puedan variar ciertos comportamientos.

Yo no he dicho que las mujeres sean más dulces ni tengan más empatía, simplemente dije que para llegar al mismo sitio siguen sendas diferentes a las que podría seguir yo.

ps -

Disiento. No creo que los hombres sean más agresivos que las mujeres. Creo que los hombres son más fuertes físicamente que las mujeres, pero que las mujeres pueden hacer prácticamente todo lo que haga un hombre con un buen entrenamiento (un poco más lento, con más esfuerzo), pero pueden. Y son tan agresivas como los hombres aunque culturalmente han canalizado la agresividad de otra forma. Lo de que las mujeres son más dulces, tienen más empatía, y son menos agresivas que los hombres es otra gilipollez feminista.