Mi nombre es Poquetacosa y soy ateo.
Atendiendo la llamada a las armas del Camarada Bakunin , aquí va mi primer disparo. Sí, ya sé, no es gran cosa. Pero algo es algo:
Si delante de personas religiosas te declaras ateo, no faltará quien te diga con media sonrisa pintada en la cara y actitud condescendiente: "claro, pero reconocerás que lo tuyo, en el fondo no es sino otro tipo de religión". Pues no, coño, que no. Si tú te metes heroína eres un drogadicto. Si yo me meto farlopa seré otro tipo de drogadicto (generalmente un drogadicto más rico), pero si no me meto nada, sencillamente no lo soy. El soma de las religiones para quien lo quiera, o mejor aún, para quien no tenga cojones de asumir el alcance de lo que los mismos sacerdotes nos recordaban el miercoles de ceniza: Memento homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris.
1 comentario
Lucía -
De acuerdo por completo.